martes, 27 de septiembre de 2016

El almirante Zheng He

En 1368, la dinastía china Ming consiguió expulsar de China a la dinastía Yuan, de origen mongol, que llevaba gobernando el país desde la llegada al trono de Kublai Khan, nieto de Gengis Khan al que podéis ver en la serie de televisión Marco Polo.

Y fue precisamente poco después, en 1371, cuando nació Zheng He, el protagonista de hoy. De etnia Hui, es decir chino musulmán, su familia había gozado de varios privilegios durante el gobierno Yuan por lo que se resistieron bastante a la ocupación Ming. En 1381, una invasión Ming de la provincia en la que vivía provocó la muerte de su padre. Zheng He fue hecho prisionero, castrado y puesto al servicio del príncipe encargado del territorio de Yan, Zhu Di.

Durante Este tiempo, luchó junto a él contra las tribus nómadas del norte y poco a poco su relación se hizo más cercana. Gracias a esto pudo conseguir una educación importante que, en general, estaba prohibida para los eunucos.



En 1399, después de varios conflictos por la sucesión, Zhu Di se reveló contra el emperador, que en ese momento era su sobrino y marchó con sus tropas hasta ser coronado él mismo emperador en 1402. Zheng He fue uno de sus comandantes más importantes en este conflicto.

A partir de ese momento comienzan los siete viajes de Zheng He, al que muchos consideran la inspiración para la leyenda de Simbad el Marino ya que se le conocía también como Simbao. En 1405, cien años antes de que Colón partiera a las Indias con 3 barcos y 90 hombres, Zheng He partió a la India con 317 barcos y unos 28000 hombres.

Sin entrar en detalles, a lo largo de sus siete viajes, el marino chino exploró la costa india, llegó a La Meca, Ormuz y Adén y también tuvo contacto con la costa este de África y pasó por el estrecho de Malaca. En sus expediciones trajo consigo de vuelta a China a varios embajadores lo que sirvió a la dinastía Ming para establecer ciertas relaciones diplomáticas con los reinos que visitaba.

Zheng He murió en 1435 en su barco mientras regresaba de su séptimo viaje. Su cuerpo fue arrojado al mar y más tarde fue erigida una tumba budista en su honor en Nankin. 


Aunque en Europa no ha tenido mucha importancia, los portugueses se encontraron con que muchos nativos recordaban las grandes flotas chinas de 100 años antes. Además en varias zonas de Asia se erigieron templos en su nombre y su leyenda llega hasta Australia aunque no haya constancia de que llegase hasta allí.

Por último cabe destacar que es uno de los protagonistas de la Hipótesis de 1421. Esta teoría apoya que los chinos fueron los primeros en dar la vuelta al mundo debido a que se ha encontrado porcelana china en la costa de Perú y Kenia. Sin embargo la mayoría de historiadores rechaza esta posibilidad.

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